Silvestre. Su historia.
Silvestre fue encontrado un día de paseo por el campo. La suerte se alió con él, pues donde lo habían dejado abandonado con la intención de que muriera era un lugar de difícil acceso. Gracias a que los perros lo olieron y comenzaron a ladrar, señalando ese lugar escondido, pudo ser encontrado.
Inmediatamente fue llevado a la clínica para que lo atendiéramos. Estaba en muy malas condiciones, desnutrido, deshidratado y su vida corría peligro. La persona que le había hecho esto estaba muy cerca de conseguir lo que pretendía: su muerte. Muerte cruel y agónica, dejar morir a un cachorro de solo 40 días de hambre y sed.
Necesitó tratamientos intensivos durante varios días, y todos pusimos de nuestra parte para salvar su vida.
Nos daba mucha pena el pobre Sivestre, y teníamos que salvarlo.
Tras muchos años de trabajar con animales, estamos por desgracia acostumbrados a presenciar el maltrato animal. De puro aburrimiento no expresaremos aquí de nuevo nuestra sorpresa ante la crueldad de ciertas personas, ni la pasividad de nuestros legisladores manteniendo leyes de protección animal demasiado suaves.
Día tras día iba mejorando su salud. Y el miedo atroz que trajo el primer día – podemos imaginar qué trato tuvo en manos de aquel salvaje -, lo superaba poco a poco.
Han pasado unos cuantos meses y Silvestre se ha recuperado del todo. Es un perro sano y feliz. Vive con otros cinco perros y no le han quedado secuelas de aquello.
Los dioses se alinearon con el pequeño cachorro, y fueron los mismos perros que hoy viven con él fueron quienes dieron la voz de alarma y lo encontraron en aquel paseo por el campo.
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