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Intoxicación por matarratas en perro

 

La intoxicación por matarratas es una situación que por desgracia vemos los veterinarios más de lo que nos gustaría.

Ocurre tras la ingesta por parte del perro ( no es tan frecuente en el gato ) de cualquier compuesto que existe en el mercado para matar roedores. Normalmente la presentación es en polvo, y la capacidad de intoxicación, aunque depende del producto, siempre es muy alta.

Acción retardada

La mayoría de los matarratas son de acción retardada. ¿Por qué?

Inhiben la síntesis de la vitamina K, cuyo metabolismo o funcionamiento alteran, provocan la no coagulación de la sangre, y el roedor muere de fuertes hemorragias internas. Debido a su acción lenta, los roedores no asocian los síntomas con la ingestión del cebo envenenado, por lo que representa una ventaja con respecto a los otros tipos, y por ello son los más empleados en la actualidad. Por ejemplo: warfarina y clorofacinona.
Efectos toxicológicos
Debido a la fisiología parecida entre los roedores y gran parte de los animales incluido el ser humano, los rodenticidas representan un peligro potencial para los animales y las personas que se encuentren en el lugar de aplicación. Debido a esto, su uso en muchos países está regulado, y muchas de estas sustancias están prohibidas.
El envenenamiento se produce por la ingestión del producto.
En el caso de los humanos no es infrecuente la intoxicación en niños, siendo esta la causa de intoxicación accidental más frecuente después de los medicamentos.
La vía principal de entrada del tóxico es la oral aunque en algunos casos también puede producirse por contacto accidental con la piel.

El animal no presenta síntomas en el momento de la ingesta, lo cual dificulta al propietario la decisión de acudir rápido al veterinario. Al ser productos de acción retardada, los síntomas comienzan a aparecer horas después de haber comido el matarratas. El producto produce en el organismo la inhibición de la síntesis de vitamina K, que es esencial para la coagulación. Por ello, los animales intoxicados presentan hemorragias en todo el organismo y mueren a causa de ellas. Los primeros síntomas que el propietario puede notar es que el animal tiene pequeñas hemorragias en las encías, orina con sangre, heces con sangre, moratones en la piel (hemorragias subcutáneas ) etc.

La industria química ha llegado a desarrollar venenos contra las ratas con efectos que duran hasta 3 y 4 semanas una vez ingeridos, lo cual convierten estas intoxicaciones en auténticas pesadillas para el veterinario.

Por desgracia, encontramos estos matarratas en nuestras calles dejados a intención por personas que no entienden el peligro de estos productos. De sabor apetitoso para que los roedores los coman, ni que decir tiene el peligro que los mismos productos representan también para los niños. No entendemos la facilidad con que se pueden comprar, incluso por internet, sin ningún tipo de control. Son productos que puede ocasionar la muerte.

La clave de que nuestro animal sobreviva a este tipo de veneno es la rapidez con que vayamos al veterinario. Si acudimos a él dentro de los 60 minutos posteriores a la ingesta del producto, existen muchas probabilidades de que sobreviva. Después de 60 minutos, el organismo ya ha absorbido el veneno y las opciones de supervivencia bajan mucho.

Ponemos como ejemplo a JANE, perrita que por desgracia encontró el apetitoso matarratas en un paseo y comió. Sus dueños nos llamaron enseguida por teléfono y les explicamos la importancia de venir de inmediato.

Así lo hicieron y en 30 minutos ya le estábamos provocando el vómito para que expulsara el veneno en la clínica. Tras ello, quedó hospitalizada con nosotros los siguientes días, donde administramos medicaciones, entre ellas el antídoto del veneno. Sus hemorragias aparecieron al día siguiente, estando en su piel, boca y orina. Además su hígado también se vio afectado.

Permaneció con nosotros ingresada 15 días, y bajo tratamientos y análisis de sangre las siguientes 4 semanas.

Afortunadamente pudimos salvar a Jane gracias a la rapidez con que sus dueños actuaron, y hoy es una perra sana y feliz.

Jane, el día que se marchó a casa ya curada.



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